Es el acto por el que el trabajador manifiesta en el finiquito su voluntad mantener en su patrimonio su derecho a demandar al ex empleador, evitando que la suscripción de este instrumento extinga sus acciones legales.
Es común que, al término de la relación laboral, el empleador deba dinero al trabajador, remuneración por el último mes trabajado, feriado legal y/o proporcional, indemnizaciones por término de contrato, etc. Normalmente, aquel pagará estas sumas solo cuando el ex dependiente haya firmado el finiquito. Pero el finiquito tiene un efecto usualmente no tenido en cuenta: su suscripción extingue todo derecho a demandar al ex empleador, ya que implica una renuncia a toda acción legal derivada de la relación laboral. Por lo tanto, si bien la suscripción del finiquito permite al trabajador cobrar las sumas que el empleador reconozca deberle, si aquel tenía motivos para demandar por – por ejemplo- ser su despido injustificado o debérsele remuneraciones, el acto podría importar una renuncia irrevocable a demandar por estos y cualesquiera otros motivos asociado a la relación laboral.
La Reserva de Derechos es una simpe herramienta para el trabajador, que neutraliza estos efectos del finiquito, permitiéndole cobrar las indemnizaciones y prestaciones por el término de contrato que el empleador reconozca deberle, sin perder el derecho a demandar posteriormente por otros conceptos. Se realiza escribiendo a mano alzada en el documento del finiquito en cada una de las copias, y antes de firmarlas, un texto por el que se expresa la intención de efectuar esta reserva, identificando los derechos por los que eventualmente se demandará.
Es un acto jurídico, por lo que debe cumplir ciertos requisitos técnicos en su redacción para producir los efectos precisamente deseados por el trabajador. Por lo tanto, es recomendable que previo a firmar finiquito, te contactes con un abogado especialista en litigios laborales, que pueda orientarte debidamente para la confección de una reserva que se ajuste a tu caso particular.
